La semana pasada (hace dos) tuve que ir a Madrid por cuestiones de trabajo.
Me bajé del AVE y me metí en el metro.
45 minutos de ida al lugar que iba y de otros 45 de vuelta, más 30 hora de esperar al AVE que me traía de vuelta a casa, dan para mucho.
La verdad es que ahora pienso en eso del tiempo. 2 horas de mi vida metido en un tren y en un andén. Puff. Que suerte de vivir en Huesca. En bici a todos los sitios o andando. Es un lujo que deberíamos de valorar más.
Me gusta sentarme e imaginarme en qué trabajara “ese” o a dónde irá “esa”. La verdad es que como buen cancer, soy muy imaginativo y se “me suele ir la cabeza” como bastante facilidad para las nubes.
Escuché conversaciones de todo tipo. Desde quedar con una “chica”, ir a ver una película, escuchar el silencio, hasta un “ser humano” que se “estaba jugando 3 millones de euros” en una operación de construcción y “tenía que salir todo perfecto, que en caso contrario se iba a la ruina él y todo la empresa”. Impresionante. Y yo allí mirando a ver si me pasaba de estación o no. Pues eso…
Pero os imagináis si pasa esto…
1 comentario:
Gracias por mostrarnos este tipo de vídeos.
Trabajo con adolescentes, y es un vídeo estupendo para poder hacer una dínamica de grupo.
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