Malos tiempos para la lírica (II)

Más de listos.

La calle en la que viven mis padres está cerrada por obras. Es la calle San Francisco. Es una de las arterias para entrar al centro de Teruel.

Es la segunda vez que la calle está cerrada, desde que el Óvalo se reformó y recibió premios a “tutiplén”. Pero bueno, esto será otra entrada y hablaré de los arquitectos, premios, dinero público y ausencia de responsabilidades políticas.

El jueves cuando hablé con mis padres para confirmar la hora de llegada del viernes, me dijeron que no subiera por la calle de casa, porque estaba de nuevo cerrada.

Efectivamente, el viernes con la noche ya cubriendo Teruel, cuando llegué a la rotonda del final de la Avenida Zaragoza, (donde te permite subir por la calle San Francisco o irte por la estación), pude ver las vallas que cerraban la calle. Siempre se deja un hueco para permitir a los vecinos que tienen parking, llegar con su coche hasta la entrada.

Pues bien, parece que la calle está cerrada por obras, es una frase que no la entienden todos los seres humanos. Como se puede ver, a mitad de la calle hay unas vallas que NO DEJAN AVANZAR CON VEHÍCULOS. Pues aquí tenemos a los listos.

Quitan las vallas, cierran su coche y tienen parking gratis todo el fin de semana incumpliendo las normas que los demás respetamos. El lunes a las 8, antes de que lleguen los currelas, lo quitarán y "a otra cosa mariposa".

Como este, durante el fin de semana he visto varios. Pero todos con el mismo “modus operandi”. Las siguientes fotos son del domingo por la mañana.
¿La policía local de Teruel mientras tanto? Pues eso…
Malos tiempos para la lírica.